Y me dijo que quizá me apetecería correrla. Tras meditarlo durante unos quince segundos, llegue a la única opción valida.
Y ya solo quedaba prepararse para la carrera. Más fácil pensarlo que sacar tiempo para entrenarse. Al final solo pude entrenar el Jueves por la tarde junto a mi amigo Jaime que muy amablemente me acompaño a correr un poco después de haberse pegado la paliza padre con la bici por la mañana.
Así que salimos a correr un poco por la dehesa de Villalba.
Haciendo un maravilloso tiempo de 32 minutos para una distancia que no llego a cuatro kilómetros.
Con estos resultados preliminares la expectativa para el día de la carrera era terminar, y a ser posible en menos de una hora.
Con estos ánimos fui a buscar mi dorsal.
Y con los nervios previos a la primera competición me fui a la cama.
Sábado por la mañana. Me presenta en la tienda Nike de Rivas junto a mi preciosa entrenadora personal y tras dos tandas de calentamiento. Empieza la fiesta.
Para la carrera de cinco kilómetros había que dar dos vueltas al circuito.
La verdad es que la primera parte era super cómoda con el fresco del lago y el césped y una tierra acolchadita sobre la que correr. Lamentablemente no se puede decir lo mismo de la segunda, kilómetro y medio de carrera sobre el asfalto del aparcamiento bajo el sol del medio día, "Torraera" que el puesto de avituallamiento justo antes de enfilarlo no conseguía paliar.
Aquí estoy pensando en el segundo paso por el aparcamiento
Pese al resultado del jueves termine la carrera con bastante más facilidad de lo que esperaba, y lo que es aún mejor, aunque aún no he recibido el resultado oficial y que se me olvido parar el crono al pasar por meta, mi tiempo esta entre 30-34 minutos, lo que es un gran avance comparado con el entreno del jueves.
Tan feliz después de terminar
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